¿Alguna vez te has planteado que una de las claves de la felicidad es dar? 

Probablemente sí.

Aunque cuando leí esta pregunta en un libro fascinante que estoy terminando (“El código de las mentes extraordinarias”, de Vishen Lakhiani) recuerdo hacer un inciso en la lectura, responder sí, pero automáticamente preguntarme: ¿pero dar qué?

En el libro, el autor nos guía por diez leyes (las que él como CEO de una empresa de gran éxito como es Mindvalley) aplica en su día a día y ha tenido el placer de “encontrar” en su camino de vida y al entrevistar a personas que todos podríamos llamar extraordinarias, no lo solo por los éxitos conseguidos sino por el tipo de personas que son y como viven sus vida: conectados con su felicidad, sus metas  a largo plazo y sus virtudes más nobles.

Algunas de estas personas son: Richard Branson, Tony Robbins, Steve Jobs, y muchos más.

En un punto del relato cuenta como una empleada (Luminita Saviuc) escribió un artículo sobre algo así como “las 15 cosas que dar para ser feliz”. Mi lista tan solo tiene 10, y he de contarte que no he leido el artículo, está en inglés, pero sobre todo el motivo principal es que no quería estar influenciada por “las cosas” de otra persona para crear mi lista. Cuando termine este artículo buscaré el de Luminita.

Tal vez desees no seguir leyendo y escribir tu propia lista primero, o prefieras inspirarte en la mía. Igualmente me encantaría que me compartieras lo que tú darías y entre todos crear una inmensa lista de cosas que dar para poder ser muy felices. Seguramente resonaremos unos con otros y seremos de gran inspiración como Luminita, sin ni siquiera leer su artículo ha hecho conmigo.

¡Comenzamos!

(Justo antes de publicarlo esta entrada, busqué el artículo en cuestión y resultó que no eran las 15 cosas que dar para ser feliz sino: “Las 15 cosas que soltar para ser feliz”. Bonita vuelta del destino que me he hecho escribir uno de los artículos más bellos de mi historia como Blogger. Ha sido un precioso y transformador ejercicio de crecimiento personal. Me siento muy agradecida a Vishen por ser el instrumento de la vida para inspirarme.)

10 COSAS QUE DAR PARA SER FELIZ

1. Lo que ya no necesitas

Ropa, libros, adornos de tu casa, cosas de tus hijos que ya no usan o necesitan…la lista puede ser inmensa. En los tiempos de Wallapop y un sinfín de plataformas para vender los objetos varios que no necesitas, creo que hemos entrado en un mundo de regateo absurdo donde he visto una cantidad de tiempo perdido (nuestro mayor valor) e incluso enfados al regatear 1 euro del precio final. No estoy criticando la plataforma, ni mucho menos, tan solo creo que algo que surgió para hacer un intercambio por un precio justo, se ha transformado en puro negocio. Es fantástico para conseguir algo de dinero, sentirte vendedor/a pero creo que en el camino hemos perdido el valor de lo que estamos haciendo, que es ayudarnos entre particulares que no tienen acceso a los productos nuevos o no desean pagar un precio tan elevado. Sin hablar de la toma de conciencia de que los objetos pueden reutilizarse haciendo de este mundo y nuestra economía, algo más sostenible. Te propongo si eres como yo, que por más que “sube” sus objetos no los vende, hagas una selección de las cosas de primera necesidad y las dones a alguna asociación que sepas harán buen uso de ello. Yo doné todo lo de hija cuando decidí que no tendría más  a una asociación que ayuda a madres sin recursos o que incluso se ven avocadas a abortar por falta de medios. (Provida Alcalá).

Cuando llegué allí con un carro de supermercado lleno, que amablemente te dejan para solo hacer un viaje al coche y vi la cara de esas mujeres (tanto las que esperaban como las que lo gestionan) di gracias a la vida por darme la oportunidad de poder servir y ayudar a otras personas.

Ni el dinero total que hubiera sacado por la venta de esos objetos me hubiera proporcionado esa felicidad. Lloré durante minutos en el coche de agradecimiento por poder servir y por estar en el lado de poder hacerlo, cosa que no podían decir muchas de las personas que estaban en aquel lugar al menos en ese instante.

2. Una sonrisa

¿Cuántas veces has ido por la calle y alguien que no esperabas te ha regalado un sonrisa “sin venir a cuento” y te ha cambiado el día? Todos hemos tenido momentos donde no necesitábamos más que eso y ha sido el punto de inflexión del día. Cada ser humano está lidiando con sus problemas, realmente no sabemos que esconde el rostro de las personas que nos rodean, pero lo que he aprendido es que una simple sonrisa puede ser el gesto de complicidad que la vida te regala para recordarte que todos estamos aquí para ser felices y ayudarnos los unos a los otros.

Rostros enjutos que muestran dureza se transforman con una sonrisa, porque difícilmente alguien puede resistirse a devolverla cuando ésta nace del corazón.

Esta “razón” me recuerda a la película “Bajo el sol de la Toscana” donde la protagonista saluda cada día a un anciano que lleva flores a una virgencita cerca de su casa y jamás le devuelve el saludo… hasta el final de la película.

La sonrisa es una manera de decir que hemos conectado con ese corazón, y salir al mundo con nuestra sonrisa puede ser, incluso sin saberlo el bálsamo que alguien necesite.

Recuerda esa frase maravillosa: Nunca dejes de sonreír, ya que no sabes quien podría enamorarse de tu sonrisa.

3. Presencia

El mayor tesoro y parece ser el mejor escondido en los tiempos actuales. ¿Qué significa estar presente?

Un fin de semana me reuní con dos amigas que hacía tiempo que no veía y hablamos largo y tendido de nuestras vidas. En un momento salí al jardín y me encontré  a una de ellas sentada en el suelo, llorando con los ojos cerrados. Estaba pasando un momento duro y lo que sentí fue agacharme y abrazarla por detrás en silencio. Estuvimos así durante un largo rato. Ella lloró, apretó sus manos contra las mías y yo permanecí allí, fluyendo en ese abrazo en silencio, tan solo estando presente, conectando con mi respiración y estando en calma. Cuando se sintió más tranquila me dijo: esto que acabas de hacer es lo más bonito que han hecho nunca por mí.

Estar presente es sostener, pero no solo físicamente sino en energía. Hacerle saber a la otra persona que estamos ahí para lo que necesite, sin juicio, ni verborrea que no desea escuchar. Sino acompañando un momento tan sagrado como el traspasar nuestros propios infiernos. Estamos capacitados para transitar nuestras tinieblas solos, todo reside en nuestro interior, pero hacerlo de la mano de otra persona para sentirnos más seguro y más acompañados, es en innumerables casos lo único que necesitamos.

En presencia apartamos el ego y tan solo somos dos corazones que se sostienen. 

Igualmente le di de corazón las gracias  a mi amiga, por enseñarme el valor de estar presente, y de la fuerza que tenemos cuando tan solo somos.

4. Una palabra amable

Hace años cuando mi hija tenía dos y mi economía era muy inestable, acudí a mi oficina de empleo a ver si podría tener acceso a alguna ayuda. En ese instante me enteré que por una mala praxis de una empleada había perdido la oportunidad (por temas de tiempos) de solicitar una ayuda que hubiera significado un cambio importante en mi vida, quedando así inhabilitada para obtener ninguna otra. Mis recursos en la oficina de empleo estaban agotados. 

-¿Qué voy a hacer ahora?-le pregunté a la mujer que muy amablemente me atendió. Y que habló con todo el que pudo para intentar “rescatar” mi ayuda.

-Vete a asuntos sociales, me dijo.

No sé como en ese momento conecté con la perfección de la vida y acepté la situación. Perdoné liberándome del dolor de culpar  a esa mujer que me informó mal y acepté que nada en nuestra vida ocurre por casualidad.

Cuando me iba, la mujer que me atendió, apenada por lo sucedido me dijo: suerte.

-Igualmente, le respondí yo. (Realmente no sé porqué le dije esto)

Agachó la cabeza en un gesto que creí se pondría a llorar y con verdadero sentimiento me dijo: gracias, la necesito. De verdad, gracias.

En ese instante, y ante la energía que me llegó de esa mujer me sentí bendecida por “tan solo andar justa de dinero”. ¿Qué puede preocuparnos si nuestra economía está resuelta? (El trabajo en la oficina de empleo es indefinido)

Tan solo quedaban las otras dos cosas de la vida: salud y amor. Aunque sentí que esa pena provenía de salud. 

A veces tan solo necesitamos una palabra amable, al igual que una simple sonrisa para que nuestro día se torne un poco más amoroso.

He presenciado escenas dantescas en las oficinas de empleo, personas estresadas, enfadadas hasta llegar a las manos y esas personas que solo hacen su trabajo, juzgadas por levantarse a beber agua o ir al baño. ¿Dónde queda nuestra humanidad?

Me sentí feliz de haber sido un rayo de luz para esa maravillosa y fuerte mujer.

5. Sabiduría

Después del reto Mujer & Sacerdotisa, innumerables mujeres me escribían para darme las gracias por todo lo que había compartido de manera completamente gratuita y altruista. Este reto supuso en los 28 audios, la aglutinación de las cosas más importantes que había aprendido en mi camino. Obviamente podía haber creado mil audios, pero creo que lo importante fue contado.

Algunas de ellas me preguntaban cosas más concretas de sus procesos y aunque a muchas las orientaba a mis mentorías porque consideraba que necesitaban un trabajo y una respuesta mucho más profunda que la que pudiera darle en una simple respuesta de whatsapp, a otras tantas les ofrecí pequeñas píldoras de sabiduría ya que tan solo necesitaban un pequeño cambio de enfoque o unas palabras de apoyo.

De hecho, fueron muchas las que con sus reflexiones de vida iluminaron la mía. Los conocimientos se adquieren, pero la sabiduría que te da la vida en su mera experimentación derrocha en nuestros poros cuando nos ponemos a atenderla y decidimos rescatarla.

No se trata de regalar tus servicios si ese es tu trabajo, tan solo te invito a que te compartas sin miedo cuando sientas que un alma se acerca a ti pidiendo apoyo. Tenemos que aprender a discernir lo que cada alma necesita. Pero sobre todo he entendido que cuando alguien necesita algo y se pone frente a ti es nuestra responsabilidad ofrecérselo. ¿O acaso crees que lo que salga con amor de tu corazón el Universo no te lo devolverá multiplicado?

Si nuestras madres o abuelas hubieran vendido sus consejos, tal vez serían ricas pero seguro que no más felices. Las personas más increíbles que he conocido en mi camino no han dudado en responder mis preguntas cuando con respeto se las he planteado.

Mi manera de agradecérselo a esas almas que me han nutrido de tanta luz, es ofrecer al menos lo mismo al Mundo.

6. Ayuda

Vas por la calle y a alguien se le cae la compra, una mamá que no puede subir las escaleras con el carrito, tapar a alguien con tu propio paraguas cuando diluvia, ayudar a una señora mayor en un cajero, ceder tu puesto en la caja de supermercado a quien ves apurado…

Son infinitas las maneras y están presentes en cada instante.

Como dice mi amiga Marian Finamore de Soy mi Gurú, nuestro propósito es servir, por lo tanto la vida en su abundancia infinita nos rodea de amor y oportunidades de hacerlo a cada instante. Piénsalo.

Las veces que más felicidad he sentido es cuando he ayudado a otro ser vivo.

7. Vida

¿Alguna vez has rescatado una animalito de morir en medio del campo? ¿Has regado una planta que estaba seca o puesto comida a un animal callejero?

¿Has ofrecido un zumo al niño que pide junto a su madre en la calle? 

Todos hemos visto imágenes de personas que ayudan a tortugas o animales en el mar enganchados en los plásticos que inundan nuestros océanos, o gente como Frank Cuesta que lucha contra la caza ilegal en Tailandia y esto puede parecernos muy lejano o difícil de encontrar en nuestro día a día.

Te propongo algo, ¿qué tal si al menos no quitamos vida? Respetemos al bichito que se sube en el banco del parque o la arañita que se cuela en casa y los apartamos con un pañuelito.

Si reducimos nuestra ingesta de carne o pescado al menos un día de la semana o si lo sientes hacer una pequeña donación ya sea económica o material (pienso, mantitas) a algún refugio cercano.

Recuerda la frase: el simple aleteo de una mariposa puede cambiar el Mundo.

¿Qué tal si empezamos por hacer de nuestro mundo, el que vivimos y sentimos cada día de manera cercana, un lugar mejor?

Nuestra pequeña aportación sumada a la de los demás y a todas las personas que inspiremos a nuestro alrededor puede parecer poco, pero te puedo asegurar que no es así.

Grandes cambios se han producido en nuestras vidas tan solo con ínfimos cambios en los inicios.

No subestimes tu capacidad para ser el cambio que deseas ver en el mundo.

8. Dignidad

Una vez escuché a Enric Corbera en una de sus charlas que cuando le damos dinero a alguien que pide por la calle no le estamos dando limosna sino que le estamos dando dignidad. Esto me hizo reflexionar profundamente. Desde ese instante decidí que si le ofrecía dinero a alguien lo haría desde ese pensamiento. Sé  lo que es llorar porque no tienes 20€ para comprar algo básico que si bien no es comida “te da dignidad” y he sentido en mis propias carnes lo poco digna de felicidad y abundancia que te sientes. (Esto nos habla claramente de merecimiento).

Según la declaración de los derechos humanos, en su artículo 1 nos dice: 

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.

Interesante decreto para un mundo profundamente enfermo y cuyo diagnóstico es: falta de amor ¿no? La buena noticia es que la medicina somos nosotros. Y la recompensa es la felicidad.

Somos dignos de amor, de respeto, de compañía, de un hogar, de felicidad…

Cuando le damos esto o cualquier otra cosa a alguien ofreciéndole dignidad el mensaje es: eres un ser humano que merece al igual que todos lo mejor en su vida. Te ofrezco este (objeto/cosa) para que hagas un poco mejor tu camino hacia ese lugar llamado dignidad al que perteneces al igual que yo. Sin sentirme superior, sin hacerte sentir inferior. Desde el profundo amor que nace de nuestra alma.

La dignidad es un derecho de nacimiento, por lo tanto mira a tu alrededor y si te encuentras con alguien que la necesite, y está en tus manos ofrecerlo, hazlo. Sería fantástico que luego me cuentes cómo te sentiste.

9. Apoyo

Cuando mi hija Elsa nació yo lo tenía todo pensado: epidural desde el primer instante que se pudiera. Tenía (tengo) un gran miedo al dolor físico. Y la idea de un parto natural me aterraba. 

Sucede que la vida no tenía planeado ese momento para mí así. Dilaté completamente en tan solo 2 horas y sin anestesia. Entre contracción y contracción no había descanso. Y aunque ya hace tiempo que pasó (6 años) os puedo asegurar que este episodio me marcó profundamente y tarde bastante tiempo en sanar.

En un momento de la noche le dijeron al papá que bajara a cenar o ya no podría hacerlo, era muy tarde.

Cuando él salió de la habitación la enfermera me preguntó si necesitaba algo y lo único que le pedí fue que me diera la mano en la siguiente contracción.

Sinceramente no me encontraba en capacidad de poder hacerlo sin ese apoyo. Fue un punto de inflexión en ese instante.

Ese apoyo físico-emocional es uno de los regalos más bonitos que la vida me ha dado. Tanto como para escribir al hospital un tiempo después y agradecer a la persona que me atendió.

Todos nos hemos visto en situaciones duras en las cuales hemos sentido un inmenso alivio al saber que podemos contar con alguien para que nos apoye, sea de la forma que sea.

 Ofrezcamos nuestro apoyo a quien creamos lo necesite ya sea conocido o no. Tal vez nunca sepamos lo que supuso para él/ella.

En otra ocasión recuerdo que saliendo del metro bastante tarde sentí miedo. Me acerqué a una pareja que caminaba hacia la salida y les pregunté: ¿os importa que camine junto a vosotros? Por supuesto aceptaron e hice ese trayecto tranquila y segura.

Pequeños gestos que cambian nuestra vida y la de los demás.

10. Esperanza

Siempre existe esperanza. Siempre hay salida a los problemas que llegan. Incluso en las circunstancias más hostiles, conocemos personas que se han levantado, rehecho sus vidas y vuelven a sonreír y ser felices. Algunas incluso dedican sus vidas a apoyar personas en situaciones similares, ofreciendo esperanza.

La esperanza es lo que nos hace volver a levantarnos e intentarlo de nuevo porque tenemos la certeza de que algo mejor llegará si volvemos a intentarlo.

Cuando sentimos miedo, frustración, depresión nos dejamos envolver por los acontecimientos que nos toca vivir y nos sentimos atrapados en algo de lo que creemos no podemos  salir, ya sea porque no sabemos cómo o porque no es la primera vez que lo intentamos y fracasamos.

Me he sentido ahí innumerables ocasiones, y aunque estoy aprendiendo a confiar en la vida, os puedo asegurar que no estaría aquí si no fuera por las personas que han creído siempre en mí y me han dado esperanza. Esas que me han conectado con las infinitas posibilidades que nos da la vida o me han invitado a reinventarme o ver la situación desde otra perspectiva.

Ell@s me han dado esperanza de que lo mejor estaba por llegar y os puedo asegurar que así ha sido.

Rodéate de personas que sean resilientes, es decir, sepan reponerse de las circunstancias adversas de la vida y se tú ese apoyo que otra persona pueda necesitar en otro momento.

Hoy por ti, mañana por mí. Somos una inmensa red de amor y ayuda en acción. 

Siento con certeza que cuando nos sucede algo que emocionalmente nos tumba, es momento de sentir y vivir el proceso intensamente, sintiendo que tan solo eso nos transformará y nos hará más sabios. Cuando estamos en el lado de ver quien sufre, creo que ofrecer apoyo en presencia, y con esto no me refiero a no ser empático sino intentar no sumar más drama al tema es una gran ayuda. Dejemos que la persona nos exprese sus necesidades y respetemos sus silencios si surgen. Energéticamente esta es una ayuda muy valiosa.

A modo de curiosidad, por si no lo conoces, te cuento que en España existe una ONG que se llama “El teléfono de la esperanza” que lleva 48 años ofreciendo asistencia telefónica y presencial a las personas que lo necesitan y llevan todo este tiempo funcionando mediante voluntarios y de forma completamente gratuita.

Después de los tiempos difíciles que todos conocemos y probablemente hayamos vivido, creo que podemos asegurar que si no fuera por la esperanza, no nos sentiríamos con fuerzas para seguir caminando con alegría .

La esperanza es un portal de energía inmenso que todos portamos, nos conecta con la belleza y perfección de la vida y con la idea de que un mundo mejor es posible.

Si te fijas en estas 10 razones, todas pueden resumirse en una sola cosa: AMOR Y SERVICIO. Dar amor en todas sus formas es dar felicidad.

Y es que amor es lo que somos y lo que damos cuando lo hacemos desde el corazón.

Con infinito amor, Inma.

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